Bioshock Infinite: análisis

Enfrentarse a este análisis es muy difícil. Un juego del que se espera mucho, abunda el amor por el arte por todas partes y la tarea de desmigarlo para sacarle el jugo y contarlo es una tarea enorme. Por ello espero que os guste el análisis. Por mi parte me toca hablar de la versión de Xbox 360 y en dificultad media. Si queréis saber si cumple o no las expectativas este juego seguid leyendo:

Historia:

La premisa es básica, sí, básica. Que nadie se enfade cuando digo esto pero el juego comienza con la historia más antigua de los videojuegos: Salva a la princesa.
Después de esta sandez me explico. Booker Dewitt será el galante caballero que debe salvar de la torre más alta a la princesa encarcelada, Elizabeth. Hasta aquí todo bien, pero debemos cambiar al caballero por una persona con problemas de juego y un pasado turbio, la princesa por una chica con poderes que no comprendemos con un pasado y futuro incierto, con una personalidad muy marcada y, desde luego, no es tan inútil como una princesa. Todo esto enmarcado en una ciudad flotante como Columbia. La ciudad en sí ya es todo un personaje con sus cambios y evoluciones durante la historia, pero eso es otro tema. Otro personaje clave aquí es el fundador y profeta Comstock. Un hombre que se vende como altruista, héroe y profeta de la ciudad, como único Salvador de lo que ellos llaman la Sodoma de abajo.
La religión y el fanatismo son clave en la historia y los personajes actúan en consecuencia. Además la política tiene un peso importante, siendo el bando del profeta ultra derecha y los llamados Vox Populi de extrema izquierda. Todo esto combinado crean una ciudad viva con dos extractos sociales diferenciados y con una mecha encendida que ves como se acerca a la pólvora a medida que avanzamos las páginas de la historia.

Caballo eléctrico que usan para moverse, aunque nunca lo vemos.

Y esto sólo es la punta del iceberg porque a medida que avancemos la historia dará tal vuelco que deberemos volver empezar. Es mejor no contar nada más, si el guión de este juego fuera el de una película ganaría un Oscar.

Sonido:

La banda sonora de este juego es magistral. Tendremos canciones religiosas muy acordes con la ambientación. En los momentos de acción la música se volverá más tenue pero con una cadencia más rápida. De hecho la banda sonora podremos escucharla sola puesto que las canciones están llenas de sentido, incluso fuera del juego. Un detalle más, a un juego, que está plagado de calidad.

Las voces en castellano han sido dobladas con todo el cariño del mundo. Puede que de vez en cuando notemos una pequeña desincronización labial, pero es mínima. La voz de Elizabeth y Booker se han elegido con mucho cuidado. Además el nivel de actuación es perfecto. No estaremos en una situación triste con voces alegres, ni escenas sobre actuadas. Sin duda es un punto muy fuerte en todo el juego. No solo los protagonistas, el resto de personajes y ciudadanos tienen puesto el mismo mimo y calidad en sus voces. Esto ayuda mucho a entender mejor la historia y adentrarnos en ella.
Los FX son tremendos, voces explosiones, el Songbird y su música... todo muy cuidado como la banda sonora y las voces.

Gráficos:

Puedo afirmar que en Xbox 360 es impresionante. Obviamente el apartado artístico ayuda mucho siendo la clave de la ambientación. Nada más llegar a Columbia, con sus globos, edificios flotantes, como las nubes abrazan todo el escenario dándole un aire onírico. Todo lleno de color, como si nos encontráramos en un sueño, nos sentiremos bien y fascinados al ver la enorme ciudad y como se pierde entre las nubes. Cuando paseemos por sus calles llenas de vida, con la gente haciendo sus cosas, niños jugando, carteles, comentarios de la gente... absolutamente todo te sumerge en Columbia y te empieza a mostrar como es la ciudad.

Estatua de Comstock

Los edificios están diseñados uno a uno y son únicos. Se moverán y balancearán a nuestro alrededor. Los ciudadanos están vestidos de época con mucho cuidado, aunque notamos que algunas caras se repiten si nos fijamos en ellas.
Los primeros compases del juego ya muestran un motor gráfico Unreal Engine 3 parcheadísimo que saca todo el jugo al hardware.
La carga de texturas ahora es mucho más rápido y lo hace de manera escalonada, por lo que apenas se nota. Veremos pequeños momentos de poping al girarnos muy rápido con pequeños objetos, pero nada exagerado y algunas texturas tienen una resolución muy baja, pero son muy contadas. También se notan parpadeos con algunas texturas que se superpones, no puede llevar a engaño pensando que es un objeto, pero es un error gráfico.
Algo de lo que peca es de la poca expresividad de algunos personajes secundarios. Es algo que parece arrastrar el motor, pero es increíble lo expresiva que es Elizabeth y lo plástico que parecen los enemigos, que nos da igual matarlos que no. Aunque no pasa con todos, los personajes principales con los que interactuamos no sufrirán este destino.

El encuentro con Elizabeth

Diseño y usabilidad:

Primero explicaré este nuevo apartado que me parece importante en los videojuegos y pocas veces se analiza. Se trata de como se ve el juego, como nos movemos en él y como podemos manejarnos en el inventario o el menú. Bien pues este juego lo tiene muy bien pensado.
El menú es una plaza y calle de Columbia y usaremos sus carteles para acceder a diferentes partes. De este modo ya no presentan la ciudad usando una estética cuidada desde el principio y cada opción nos llevará a una nueva zona.
Durante el juego habrá dos menús, uno de inventario, misiones... y otro de pausa clásico. Los dos bien diseñados y con la estética clásica de los años 10 o principios del siglo XX como lo prefiráis. En el menú de equipo todo se ha simplificado moviéndonos por pestañas, siendo cada pestaña una sección: Equipo, mejoras, voxafonos, misiones... Claro está podremos navegar entre ellos ya sea para leer las transcripciones de las grabaciones recogidas o para cambiar el equipo de Booker.

En el juego todo se ha ido a la mínima expresión. Siempre con ese aire steampunk pero muy muy minimalista. Podremos manejar al mismo tiempo dos armas y dos vigores, si mantenemos el gatillo para cambiar de una a otra podremos elegir que arma usar y de nuevo tener dos opciones diferentes. Esto ocurre con los vigores y agiliza mucho la batalla, las armas en cambio hay que quitárselas a los enemigos.
No hay nada que achacar al diseño y usabilidad de los menús que han simplificado lo conocido en Bioshock original.

Jugabilidad:

Es un Bioshock con lo que ello supone. En una mano tendremos "magia", los vigores, y en la otra armas de fuego. Booker podrá saltar, pegar con el skyhoock, interactuar con objetos y hacer que Elizabeth traiga otros elementos de otros mundos. Todo muy equilibrado, tanto las armas como los vigores. Podremos crear trampas con los vigores, además de usarlos para matar o molestar al enemigo, algo heredado de Bioshock 2. Los raíles que sobrevuelan la mayoría de escenarios da una nueva dimensión a las batallas. De un momento a otro podremos estar en las alturas y deshacernos de los enemigos con granadas, como estar frente a frente y usar los vigores para plagar el escenario de trampas. Esto añade un punto de estrategia muy interesante al juego que si lo sabemos aprovechar las batallas estarán ganadas con facilidad.

El papel de Elizabeth es seguramente el más importante. Ella nos proveerá de armas, sales (para los vigores) y botiquines. Además de abrir portales para traer a la batalla cobertura, armas, robots... Jamás nos molestará, en las batallas nos seguirá pero siempre resguardada y sin estorbar. Sin duda la IA de Elizabeth es el mayor logro de este juego. En las batallas es impresionante, pero con la calma también. Mientras nosotros paseamos por Columbia buscando objetos ella curioseará por su lado, con una personalidad propia. Además también será capaz de abrir cerraduras, gracias a las ganzúas que encontremos. Gracias a ello nos haremos con mejoras. Será la eterna compañera que nos avisara si ve algo interesante o nos preguntará y contará cosas para avanzar por la historia. Es imposible no quererla, con todas sus consecuencias, en el juego, claro.

Beso del diablo, el nuevo vigor de fuego

Las mejoras de armas y vigores se une la del equipamiento, salud, sal y escudo. Booker no se regenerará de salud solo, pero sí su escudo magnético que nos hace invencibles por muy poco tiempo. Estos se podrán mejorar con botellas que encontremos a lo largo del juego. Lo mejor suele ser centrarse en dos, como sales y salud, o salud y escudo, porque no hay equipo para mejorar todo.
También recibiremos mejoras para el equipo, siendo 4 los huecos y muchas más las mejoras. Podremos llevar: sombrero, chaleco, pantalón y zapatos. Cada mejora que encontremos pertenecerá a un hueco y nos dará una habilidad extra, como recarga automática al bajar de un raíl, o quemar a los enemigos al pegarles... Es un punto más de estrategia y deberemos elegir con cuidado nuestras mejoras. Claro está podemos coleccionarlas y cambiarlas cuando queramos.

Los momentos más épicos serán cuando nos encontremos con el Patriota robótico y Handyman. Estos titanes serán difíciles de derrotas y deberemos usar todas nuestras habilidades. Es en estos momentos cuando tener el arma y vigor adecuado es de gran importancia y usar los desgarros de Elizabeth para hacer aparecer una torreta que nos ayuda o un aerorrail que nos salve.

Duración:

La saga Bioshock nunca ha sido larga, de hecho prima más la calidad que la cantidad. Con Infnite ocurre lo mismo. No tendremos un juego muy largo, aunque se mantiene dentro de los márgenes de 10-20 horas de juego. La gracia estará en buscar todos los objetos de mejora, grabaciones, puntos de turismo, escenas... un juego mucho más rejugable que sus predecesores gracias a su elaborado guión. Gracias a que la historia es tan rica querremos jugarlo otra vez para ver si sacamos alguna pista nueva que nos muestra una pincelada más de esta ciudad y sus habitantes, más aún al saber la verdad y ver como encaja todo, guiños que en la primera vuelta ignorábamos.

Por desgracia no podremos rejugarlo con todas las mejoras, si no que deberemos empezar de cero. De todas formas para los que adoran los retos está el modo 1999, un modo de dificultad extra que nos hará llorar de impotencia en más de un momento.

Conclusión:

Si sois fans de la saga y de Levine, su creador, notaréis que faltan cosas en el juego. Muchas de las escenas que nos mostraron no aparecerán en el juego. El retraso que tubo el juego fue para empequeñecerlo, pues el juego original era demasiado grande para esta generación. Si algo hay que achacarle es eso mismo, esperar un grandioso juego que se ha quedado a las puertas, el songbird no es el carcelero que nos acecha, apenas podremos elegir caminos o situaciones y estos no tienen peso en la historia principal y resulta que está todo scriptado. Aún así es un juego glorioso, si no sabéis nada del título es un imprescindible. Por lo contrario si sabemos todo sobre la saga sabemos que este juego a pesar de sus cambios sigue siendo un juego muy grande. Recomendaría la compra a todo el mundo, independientemente de los gustos que tengamos. La narrativa, jugabilidad y la manera de contar la historia sigue siendo una baza muy potente y accesible a todos.