Historia de los videojuegos Cap. II Atari

Aquí tenemos el segundo capítulo de la historia de los videojuegos. Lo comenzaremos desde donde lo dejamos, con el nacimiento de Atari en 1972 y como fue la primera empresa dedicada a los videojuegos y llegó a lo más alto. Una empresa llevada por unos hipies que solo querían hacer lo que más les gustaba. Comencemos.

La empresa comenzó con Nolan en cabeza junto a un ingeniero, Al Alcorn y una secretaria, Cynthia (vaya nombrecito para la secretaria). El primer encargo por parte de Bushnell fue crear un juego de tennis, que después se conocería como el famoso Pong. Tuvieron que montar las máquinas a mano y el nombre fue dado por la onomatopeya de la bola al golpear las barras. Estas máquinas se pusieron a prueba en un bar para ver que tal reaccionaba la gente con el juego. Al día siguiente el dueño del bar llamó a los chicos alegando que la máquina se había estropeado, resultó que no se había estropeado sino que la caja de recaudación estaba repleta. Así nació Pong que vendió por todo el país.
Como siempre ocurre en esta y cualquier industria, si algo funciona se imita y las compañías que vieron el filón en esto comenzaron a sacar clones de Pong. Nolan Bushnell tenía el juego patentado pero la competencia sacaba sutiles cambios para que no pareciera exageradamente lo mismo. Poco a poco Atari fue perdiendo mercado a causa de los clones y Atari tubo que ponerse las pilas y sacar un juego al mes para mantenerse en lo alto. Gracias a este trabajo imparable pudieron construir máquinas suficientes para exportarlas al extranjero, Europa y Japón, donde fueron un éxito, especialmente en Japón.
Tras ampliar el negocio a otros territorios Nolan quiso llegar a los hogares y diseñar su propia consola doméstica. Por aquel entonces existía la Magnavox Odyssey, muy lejos de la interactividad actual pues se trataba de un juego de tablero y cartas con algo de interactividad. Aún y todo el invento funcionaba bastante bien y Nolan, que no era tonto, creó su Home Pong.
Fue el juguete favorito de las navidades de 1975 y Nolan pudo adelantarse a la competencia que pronto sacaron clones. Pero la idea apenas duró un año, tener una consola con un juego no salía rentable ni práctico a los usuarios que volvían a las máquinas recreativas. Por contra la consola ColecoVision que tenía unos cuentos juegos pre grabados se llevó el gato al agua. Atari veía como perdía mercado. Apenas tenía recursos para llevar todo su imperio adelante, máquinas recreativas para el mundo, consolas para casa y todo con la competencia feroz de los comienzos y los clones.

Nolan que no estaba dispuesto a continuar así encargo a Alcorn que diseñará una consola con cartuchos intercambiables. De este modo vendería la consola barata, incluso perdiendo dinero, y los juegos caros para amortizar la consola vendida y sacar así beneficios. Nolan tubo que buscar financiación para vender la consola pues resultaba cara producirla, por lo que decidió vender la empresa para lograr el dinero. Al final el presidente de Warnes, Steve Ross, compró Atari por 28.000.000 dólares y Atari lanzo la consola VCS 2600.

La consola fue un éxito rotundo vendiendo 25 millones de unidades en E.E.U.U. Por desgracia la venta de Atari no salió como Nolan esperaba. Los empleados eran hipies, les gustaba trabajar a su ritmo y con otra filosofía diferente a los nuevos directivos que no les gustaba nada ese ambiente. El resultado fue que Atari se convirtió en una empresa más, Nolan arto de ser ignorado dejó la empresa, no sin antes llevarse una buena parte en acciones y hacerse millonario.
Sin Nolan a la cabeza Atari fue decayendo. Los programadores se iban a otras compañías y los juegos para la consola eran cada vez de peor calidad, además las third parties se comieron el pastel de los cartuchos y para cuando Atari lanzó una nueva consola fue ignorada por completo. Esto sumado al auge en Japón en el territorio de las consolas hizo que Atari cayera en el olvido al comienzo de los 80.

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