Para jugar a este juego hay que tener clara una cosa. En los juegos ''Survival Horror'', la actitud del jugador es vital. Si estás dispuesto a dejarte llevar, a ser el protagonista, vas a tener la experiencia que los diseñadores de ese juego quieran que tengas. Si por el contrario, te mantienes frente al televisor, en lugar de dentro del televisor, es muy posible que el juego al que estés jugando no sea exactamente lo que tiene que ser.
Dicho esto, Silent Hill Downpour es un juego precioso. Yo, afortunadamente, entré en el televisor desde la primera tarde en la que lo metí en la consola.
En el juego encarnas a Murphy Pendleton, el cual se encuentra preso, y va a ser trasladado mediante autobús, junto con otros presos a una prisión de máxima seguridad, por lo que parece ser un motín. Para llegar hasta su destino, tendrán que atravesar Silent Hill, y es ahí donde la historia cobra forma. Tras un accidente de autobús, Murphy se despierta cerca de un lago, y desprovisto de sus esposas, intenta acceder a la carretera para ser libre. La agente Anne Cunningham, la cual parece tener problemas con Murphy, intentará por todos los medios que Murphy no escape.
A partir de ese momento, entrarás en una espiral de sufrimiento (para el personaje) y recuerdos que difícilmente te dejará indiferente. Podría pensarse que en una ciudad en la que todo es niebla y silencio no puede haber belleza ni tensión, pero precisamente es un juego que es capaz de hacerte sentir demasiado frágil como para seguir sujetando un mando, si cada vez que abres una puerta (por cierto, se puede regular la velocidad a la que las abres) parece que no aguantas la tensión de ver qué hay al otro lado... Incluso cuando hayas abierto 100 puertas, y detrás de ninguna de ellas había nada raro, seguirás abriéndolas con cuidado. Porque al fin y al cabo, eres Murphy Pendleton y no sabes qué demonios está pasando.
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Puedes saber cuánto daño has sufrido, porque las heridas se reflejan en el cuerpo de Murphy. |
He aquí un trailer en castellano, en el que se muestran algunos momentos clave de juego.
Uno de los aspectos negativos del juego es unos tiempos de carga realmente molestos, que dificultan la jugabilidad en ocasiones, y añaden un poco de estrés extra al conjunto de situaciones, casi sin pretenderlo.
Por último, desearía añadir una experiencia personal, y es que, he decidido que a absolutamente todos los juegos ''survival horror'' que juegue, jugaré (aunque sólo sea 15 minutos) a altas horas de la madrugada. Es una experiencia comprobar cómo el efecto de la oscuridad y la soledad influye en la forma de afrontar el juego. Lo hice con Dead Space, lo he hecho con Downpour, y lo haré con Silent Hill 2.
Sí, es un juego de miedo. Y no, no tienes por qué pasar miedo. Pero lo harás. Y te va a gustar.
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