Aún así la industria estaba creciendo y metieron la mano gente que no debió hacerlo, ofreciendo juegos que tenían poca calidad y que solo aprovechaban el momento para vender más unidades. Mientras en Japón, como siempre, iban a su ritmo. Estaban de moda los marcianos y Godzilla, y por su puesto aprovecharon el tirón de estos temas para sacar juegos. El más famoso lo conocemos todos: Space Invaders.
Mientras en América la Atari VSC 2600 (la consola doméstica) se vendía como churros, en Japón Toshihiro Nishikaido desarrolló un juego en el que unos platillos volantes atacaban la tierra titulado Space Invaders. Taito, la productora, vió el juego y tras unos cambios crearon las máquinas recreativas que inundaron Japón allá por 1978. El éxito fue tal que se creó la leyenda urbana de que las monedas de 100 yen se acabaron en el país.
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Toshihiro Nishikaido |
Por aquel entonces Pong aún era muy famosa en el nuevo continente, pero gracias a los nuevos marcianos, la pelota cuadrada fue relegada a un segundo plano. Para cuando las recreativas se replegaron en 1982 ya se habían distribuído más de un millón de unidades de Space Invaders, dejando claro que Japón iba a tener mucho que decir en esta industria creciente.
Hay que mencionar que parte del éxito lo tubo una idea muy sencilla que hoy en día se explota sin parar: el ranking de puntuaciones. El juego daba la opción de poner tu nombre si habías logrado una puntuación digna y entrar así en el top diez de la máquina. Gracias a este detalle los piques no se hicieron esperar y fue tal su aceptación y éxito que fue un añadido obligado en las consiguientes máquinas recreativas.
Por supuesto esto no acabó aquí. Atari debe mucho el éxito de su consola VCS 2600 a Space Invaders, pues compraron la licencia del juego y la adaptaron en cientos de formas y colores para la consola y para sacar nuevas recreativas. De este modo en 1979 Atari se convirtió en la empresa que más rápidamente creció en Estados Unidos. Semejante éxito despertó a la competencia que pronto sacaron clones del juego con pequeños cambios o mejoras, incluso la propia Taito lo reversionó con un juego llamado Defender, en el que con una pantalla en horizontal debíamos defender la tierra a base de misiles desde una torreta que solo disparaba en ángulos y no se podía mover a diferencia de lo que ocurría en Space Invaders.
Pronto se saturó el mercado, prácticamente todos los salones recreativos tenían el mismo tipo de juego, a si que el señor Toru Iwatani de Namco creó algo nuevo y diferente.
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Toru Iwatani |
Tras la idea inicial reunió a su equipo y se pusieron a diseñar a los personajes, laberintos, música, colores, mecánica... Tras un año de trabajo el arcade estuvo preparado. En Japón la máquina se llamó Puck Man, en América fue cambiado a Pac Man para evitar que el juego de palabras derivara a Fuck Man, y aquí se le llamó Come Cocos.
El objetivo del juego era muy sencillo, mantener a Pac Man contento comiendo las bolitas que aparecían en el laberinto y evitar a los fantasmas. Teníamos 256 niveles, debido a la tecnología de 8 bits no podían crear más niveles y curiosamente tras sobrepasar el nivel 256 la pantalla no se ejecutaba bien y daba errores, además la puntuación máxima a lograr no podía ser superior a 3.333.360, algo que dio grandes quebraderos de cabeza en competiciones donde más de un finalista lograba llegar al final.
El juego fue un éxito imparable en todo el mundo. Ocupó portadas en periódicos y revistas prestigiosas, como Time o People. Tuvo su propia serie de televisión, música, concursos, máquinas con diferentes diseños según los fantasmas... Tanto bamboleo no hizo esperar el movimiento de la competencia, pronto aparecieron clones y el juego se convirtió por sí mismo en un nuevo género. Lo que Namco no esperó fue que unos estudiantes de informática sacaran la secuela del juego, Ms. Pac Man (Señora Pac Man). Estos chavales se dedicaban a crear kits de mejora para las máquinas arcade y así darles más vida. Crearon su propia empresa llamada General Computer. Los chicos hicieron una adaptación del juego original de Pac Man añadiendo unos labios rojos al círculo amarillo creando así la primera protagonista femenina de los videojuegos. Namco y Midway no les quitaron el ojo de encima que cogieron su máquina y la fabricaron en masa. Su éxito en 1981 fue indiscutible, sobre todo por el derivado de merchandasing. Si acabábamos el juego podríamos ver una secuencia final donde la señora Pac Man y Pac Man tenían un bebé, creando así una tercera parte que no cosechó ni por asomo el éxito de sus predecesores.
1980 fue un año triste para Atari en los salones recreativos, tuvieron un respiro con Centipede, un juego que fue diseñado por una mujer, Dona Bailey, y gracias a ella el juego gozó de colores pastel que atrajo a las chicas. Los chicos al entrar en los salones y ver como jugaban las féminas se veían obligados a "enseñarles" lo buenos que eran con esos aparatos haciendo que la chulería acabara en ventas para Centipede. Aunque parezca mentira el juego se vendió muy bien colocando 50.000.000 de máquinas, pero aún y todo los japoneses ocupaban los primeros puestos, ocupados por Galaga (el mata marcianos de Namco) y Frogger (un plataformas de Konami).
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Frogger 1981 |
El comienzo de los ochenta fue una vorágine de juegos clon y pocas ideas nuevas hasta que llegó Nintendo. Atari perdía mercado en el ámbito doméstico y los japoneses se hacían con los salones recreativos. Pero esto lo contaré en el siguiente capítulo.
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Capítulos siguientes: Capítulo IV, Capítulo V, Capítulo VI, Capítulo VII
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