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Para muchos de nosotros, todo empezó con un fontanero. Uno que corría y saltaba, daba cabezazos a bloques de ladrillos flotantes y que a simple vista parecía movido únicamente por la ambición de encontrar monedas doradas, evitando ser herido por champiñones malhumorados y tortugas de caparazón traicionero.
Avanzábamos con él hasta que en el nivel cuarto del primer mundo, tras derrotar a una extraña tortuga de dientes afilados, descubríamos a través de un chico con forma de champiñón que lo que Mario estaba haciendo era intentar rescatar a una princesa.
Pero que aquella princesa no estaba allí, sino que estaba en otro castillo.


Eso fue lo que pensamos, cuando decidimos una mañana en twitter iniciar este blog.
Que muchas de las cosas que nos gustaría ver y leer en medio de este reino champiñón lleno de noticias, vídeos, fotos y opiniones que es internet, no estaban en ningún lugar.
O al menos no desde la perspectiva desde la que nosotros veíamos las cosas.
Quizá habían sido secuestradas por alguna enorme tortuga escupefuego, y al igual que la princesa Peach, estaban en otro castillo.

Pero como no lo encontramos, decidimos construir uno. Este blog.
Puede que necesitemos un poco de tiempo para crecer -o un champiñón rojo- , y que aún nos queden algunos bloques de interrogación por golpear hasta que el castillo tome la forma con la que lo imaginamos, pero saltaremos una y otra vez esquivando los obstáculos iniciales y las llamaradas de las plantas de fuego.
Esperamos que participéis dejando vuestros comentarios -o incluso algún champiñón verde-
Eso nos dará energía para seguir adelante y nos ayudará por si alguna vez, cegados por nuestro afán de encontrar a la princesa nos salimos del camino.
Porque no somos perfectos ni nos hemos tragado ninguna estrella con ojos.

Con el estómago lleno de pizza, el peto abrochado y muchas ganas, cogemos impulso.

Here we go!