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miércoles, 14 de noviembre de 2012

La historia de amor en The Darkness II



Jackie Estacado es, probablemente, uno de los protagonistas de videojuego que más dolor físico ha recibido (Crucifixiones, quemaduras en todo el cuerpo, torturas en la Dama de Hierro...) a lo largo de las dos entregas de The Darkness. La razón principal es, que mientras en el interior de su cuerpo siga habiendo algo de Oscuridad, él no puede morir. Es por eso por lo que sufre sin límites, porque al serle imposible morir, no hay escapatoria a la vida que lleva. Hay que destacar que en la práctica, cuando se agota la barra de energía, empiezas desde el último punto de control, pero en cuanto a la historia sí es inmortal.
De hecho, es un personaje torturado física y mentalmente con una crueldad insoportable. La pérdida de Jenny, una chica que le ayudaba cuando ambos estaban en el orfanato, le provoca un dolor que es transmitido al jugador de una forma muy interesante.
En uno de los momentos finales, al jugador se le da la oportunidad de abandonar su camino por ella (Sin más detalles para evitar spoiler) de tal forma que descubrimos que lo único que quiere Jackie es recuperarla, por encima incluso de la Oscuridad misma.
La historia que se cuenta en The Darkness, por encima de toda la violencia, la sangre y la acción, es la de un hombre que perdió lo único por lo que vivía, y ahora está condenado a seguir viviendo. Además de eso, una serie de personas desean arrebatarle la Oscuridad, que en ocasiones hace a Jackie volver a ver a Jenny, por lo que no querrá que se la roben. En realidad es la única razón por la que lucha por que la Oscuridad siga en él.

Durante los momentos en los que tiene visiones con Jenny (provocadas por la Oscuridad) todo parece que vuelve a estar bien, las cosas se arreglan y el dolor desaparece. Por unos segundos, Jackie vuelve a recuperar la alegría, y abandona la ira y la sed de venganza y odio que dominan su cuerpo la mayor parte del juego. Cuando está con Jenny, nada malo puede suceder porque ella está allí con él.
Por desgracia, el bienestar (en realidad se transmite al jugador también, de tal forma que el dolor de Jackie, también es nuestro dolor) acaba pronto, porque de una forma u otra, Jenny desaparece, y el dolor vuelve. Parece como si la Oscuridad fuese la que propone felicidad, para luego arrebatárnosla y llenarnos de desesperación y dolor.
Sin duda, es un juego que, bien mirado, ofrece mucho más que un combate completísimo, unas mecánicas muy variadas y un Cell-Shading que quita el hipo: aporta una interesante historia (basada en cómics) sobre la pérdida de personas esenciales en nuestra vida, y nos da la oportunidad de elegir entre lo que es correcto pero que requiere mucho esfuerzo, y lo que es fácil y egoísta.

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